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Un recorrido por los orígenes de un aceite de oliva único en el mundo

23.06.2021

Conoce la historia 

Existen miles de sitios donde desconectar, pero hay lugares que tienen su encanto particular, donde la presencia del río, sus barrancos y las cuevas misteriosas nos invitan a explorar un territorio que no sólo se conoce por su buen vino, sino que además se produce uno de los mejores aceites del mundo.

Nos situamos en Margalef, un pequeño pueblo que forma parte de la Sierra de Montsant, en la comarca del Priorat. Antiguamente, la gente vivía en los núcleos de la villa, pero también había casas dispersas en las cordilleras más montañosas.

En el siglo XVIII, la agricultura de la zona se especializó en la viña, donde los primeros olivos eran cultivados en las periferias de las fincas. Un siglo más tarde, la filoxera mató las viñas y éstas fueron sustituidas por olivos.

El año 1850, Jordi y Margarita Ciuraneta vivían en una masía a las afueras del pueblo. Allí la familia cultivaba viñedos como la mayoría, aunque la plaga de insectos les mató casi toda la producción, menos una pequeña parte que donde Jordi tenía plantada unos olivos especiales en una pendiente de la Era.

Estos olivos, con el tiempo, dieron sus frutos, y al estar en terrenos calcáreos de terrazas sostenidas por muros de piedra, se obtenía un producto mucho más refinado y de calidad que el resto. Un producto que el propietario de la finca lo llamó Priordei, por su relación con la comarca.


El proceso 

La recogida selectiva era totalmente artesanal, recogiendo a mano las aceitunas y guardándolas en cubos. Luego, se lavaban las aceitunas y se quitaban los restos de las ramas, haciendo la preparación de la pasta a partir de un molino de piedra de la época. Hoy día, este proceso aún es vigente, ya que la producción agrícola no está permitida en la zona por la situación privilegiada de cultivo en medio de sierras y pendientes rocosas.

Aquel aceite era tan y tan bueno que, incluso, fue base de reaprovisionamiento de una necesidad básica durante la segunda guerra carlista en todo el Estado. Un aceite muy preciado por los comandantes y dirigentes políticos, donde la familia Ciuraneta supo situarlo a gran escala. Uno de los amantes de este aceite fue el comandante en jefe de las fuerzas carlistas, Ramón Cabrera.

De este modo, Priordei se erigió como un aceite gourmet, refinado y de calidad en todo el Estado español, pero también en el extranjero. Un hermano de Jordi, que vivía en Estados Unidos, le ayudó a exportar el producto a tierras americanas con bastante éxito. De hecho, en 3 años, pasaron a triplicar la producción y a ser uno de los aceites más valorados dentro del mercado americano, exportando principalmente a Estados Unidos y Argentina.

Las buenas condiciones meteorológicas, la recogida selectiva manual de las aceitunas, el subsuelo de la tierra firme que predomina en cordilleras y barrancos hacen que la situación sea inmejorable para producir uno de los mejores aceites del mundo. Asimismo, el paisaje, la tranquilidad que se respira, los rincones y los monumentos históricos que se ven hacen que sea una visita indispensable, así como la práctica de deporte al aire libre en el Montsant.

Todo ello, con un buen desayuno de la época, junto con un buen pan y tomate y un chorro de aceite puro, con olor afrutado y de color oro que se nos hace la boca agua sólo de pensarlo.

Un producto gourmet extraordinario que ahora está al alcance de todos. Si aún no lo has probado, pruébalo y déjate llevar por los orígenes del aceite Priordei a través del legado generacional que nos dejó Jordi y Margarita.

Un recorrido por los orígenes de un aceite de oliva único en el mundo

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